Lecturas obligatorias y voluntarias

Lecturas obligatorias

Primer trimestre:

      Carlos Ruiz Zafón: Marina. Planeta.

Navidad:

-         Laura Esquivel: Como agua para chocolate. DeBolsillo.

Segundo trimestre:

-         Fernando Lalana: Morirás en Chafarinas. SM.

Tercer trimestre:

-         Federico García Lorca: La casa de Bernarda Alba. Cátedra.

Lecturas voluntarias

-         William Shakespeare: Romeo y Julieta. Anaya.
-         Benito Pérez Galdós: Marianela. Vicens Vives.
-         Benito Pérez Galdós: Tristana. Alianza Editorial.
-         Miguel Mihura: Maribel y la extraña familia. Cátedra Base.
-         César Mallorquí. Las lágrimas de Shiva. Edebé.
-         Miguel Delibes. El camino. Destino.
-         Gustavo Adolfo Bécquer. Rimas y leyendas. Teide.
-         Ramón J. Sénder. Réquiem por un campesino español. Destino.
-         Gabriel García Márquez. Crónica de una muerte anunciada. Debolsillo.
-         Julio Verne. La vuelta al mundo en 80 días. Teide
-         Eduardo Mendoza. Sin noticias de Gurb. Seix Barral.
-         R. L. Stevenson. La isla del tesoro. Vicens Vives.
-         José Zorrilla. Don Juan Tenorio. Austral.
 

Letras

Dicen que cuando algo pasa en tu vida, cuando algo es tan importante en ella como para hacer temblar sus cimientos, las sonrisas y las lágrimas afloran a partes iguales. Al menos, eso pienso yo.

Llevo meses sintiéndome culpable. Con esa culpabilidad que solo ataca al curioso al callar sus preguntas. Con esa culpabilidad que solo afecta a quien tiene algo que contar, algo que enseñar, algo que mostrar... Y no lo hace. Llevo meses así. Notando mi falta de fuerza al enlazar dos palabras seguidas, mas queriendo hacerlo pues eso me llena de vida al romper la triste rutina. Pero... ¿Qué hacer cuando los pensamientos son los monótonos?  ¿Cómo actuar ante el caos de mi cabeza? ¿De qué forma resolver esa encrucijada que me robaba el aire? Pues las letras pervivían ahí, en el último pensamiento antes de dormir, en el primero al despertar. Más de un día me he sentado frente al ordenador, notando el picor en mis ojos ante la falta de orden y ánimo. Notando un pequeño puchero, similar al de un crío, al no saber qué era aquello que me oprimía. Y yo misma, al escribir las primeras lineas, era el dictador que censura lo escrito. Inconformismo.  Esa era la puntilla que terminaba de destruir la poca creatividad que me acompañaba.

Sin saber bien por qué, al refugiarme en el calor de un buen libro, aun la culpabilidad era mayor. A cada nueva oración, a cada reflexión profunda, a cada palabra de amor... más desvalida me sentía.
Se puede llamar tontería. Imbecilidad, también. Pero al convivir con algo, al ilusionarte sobre manera ante la compañía de un arte... Duele ver como la inspiración se va marchando poco a poco hasta dejarte vacía.

No es rellenar una hoja en blanco. Es hacer pensar. Dar tu opinión. Criticar. Llorar. Reir. Gritar que algo no te gusta. O que simplemente te encanta.

Y eso intento. Aunque quizás hoy no haya sacado nada en claro. Aunque a veces mis escritos terminen en un lugar de una libreta guardada en un frío cajón, al igual que aquel arpa situada en el ángulo oscuro del salón (olvidada tal vez por su dueña).

Hoy simplemente necesitaba desahogarme. Llorar un poco para reír después. Pero no era lugar para contar penas. No es lugar para hacer llorar. Para narrar cómo una nueva ilusión y desilusión, se ha cruzado en mi camino. Mas, con los ojos inundados de lágrimas y mil dudas a mi alrededor, pienso que... ese era el empujón que necesitaba, ese puntapié que me hacía tanta falta, para volver a sentir la necesidad de escribir sin tapujo, ni falta de aliento.

Instrumentos de evaluación y calificación

 INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN Y CALIFICACIÓN EN LA ESO
                 Para atender los criterios de evaluación,  proponemos los siguientes medios e instrumentos:
·       Exámenes periódicos sobre la materia dada.
·       Controles de lecturas obligatorias.
·       Presentación de trabajos con rigor y puntualidad.
·       Observación diaria del trabajo y participación  mostrados por el alumno en clase.
·       Corrección de las tareas realizadas en casa.
·       Cuaderno de clase donde todo lo realizado aparezca hecho y con pulcritud adecuada.
·       Asistencia a clase y comportamiento adecuado.
·       Interés y participación activa en el aula.
·       Esfuerzo personal.
                Consideramos que estos procedimientos son los más adecuados para realizar la observación continuada de la evolución del proceso de aprendizaje de cada alumno  y de su maduración personal, como establece la ley.
*       La nota que obtendrá el alumno se establecerá siguiendo los siguientes criterios:
·         Se calificarán de 1 a 10 todas las pruebas que realicen los alumnos en cada evaluación (Conceptos y procedimientos). Será el 60% de la nota final.
·         Se calificarán de 1 a 10 todas las actividades que, diariamente, realicen los alumnos, haciendo especial hincapié en la expresión escrita y en la ortografía (Conceptos y procedimientos). Será el 20% de la nota final.
·         Se valorará el interés de los alumnos por la asignatura y su actitud en clase (Actitudes). Será el 20% de la nota final.
*       En todas las pruebas escritas que realicen los alumnos se calificará su expresión y ortografía. Se toma el acuerdo de descontar 0.25 por cada falta de ortografía, expresión y redacción. Aquellos exámenes que superen las 10 faltas de ortografía no podrán ser evaluados positivamente, aunque la calificación final de la evaluación dependerá también del resto de criterios observados.
*       Dentro de cada evaluación, cada profesor efectuará varias pruebas o controles de las distintas unidades didácticas; también se realizarán exámenes de las lecturas obligatorias. Con las calificaciones de todas estas pruebas, y con la observación continua del progreso, trabajo y dedicación del alumno, así como con la evaluación de los ejercicios, cuadernos, trabajos y actitud en clase del alumno (en la forma ya indicada), se obtendrá la calificación correspondiente a cada evaluación (1ª, 2ª ó 3ª).
*       El alumno que haya sido sorprendido copiando en alguna prueba o control recibirá automáticamente un 0 en la calificación correspondiente a esa prueba o control. Asimismo, cuando existan evidencias de que un trabajo haya sido copiado, ya sea en parte o en su totalidad, de algún otro compañero o de Internet, periódicos, libros, etc., obtendrá automáticamente una calificación negativa.
*       Los trabajos han de ser presentados correctamente y dentro del plazo marcado por el profesor. Se penalizarán hasta un máximo de 2 puntos errores como: márgenes incorrectos, ausencia de párrafos, hojas arrancadas, tachones… El profesor, a principio de curso, dará instrucciones claras sobre la correcta presentación de cualquier escrito. No se recogerán trabajos entregados fuera de plazo.
*       La lectura de los libros obligatorios es un requisitito indispensable para superar cada trimestre.
*       Dentro del plan de fomento de la lectura y uso de la biblioteca, se propondrá a los alumnos una lista de libros que podrán leerse de manera voluntaria. La lectura de estos libros podrá subir la nota de cada trimestre hasta 0’5 puntos.
*       Un cambio de actitud ante la asignatura y la clase a lo largo del curso será valorado positivamente.
*       La nota final se obtendrá mediante la ponderación de las calificaciones de cada evaluación; queda a juicio de cada profesor el realizar una prueba global final para aquellos alumnos que se encuentran suspensos.

 PRUEBA DE EVALUACIÓN EXTRAORDINARIA
                Los alumnos con evaluación negativa a final de curso  tendrán la oportunidad de recuperar la materia suspensa en una prueba de carácter extraordinario que se realizará en septiembre. Los alumnos recibirán un informe sobre los objetivos  y contenidos no alcanzados y la propuesta de las actividades  de recuperación.

RECUPERACIÓN DE PENDIENTES EN LA ESO
                Cada profesor se ocupará de recuperar a los alumnos de sus grupos que tengan pendiente la asignatura del curso anterior. Si es necesario se  mandarán actividades de refuerzo.
                El alumno que apruebe la materia de un curso tiene automáticamente aprobada la del curso anterior, por considerar nuestra materia como un continuo hacerse.  En caso de no ser superada, quedará en manos del profesor que la imparte, el realizar al alumno una prueba concreta, o bien, darla por superada tras observar los progresos realizados en el curso vigente.

Objetivos mínimos de 4º ESO

1.      Asistir a clase.
2.      Mantener un comportamiento respetuoso y solidario con el resto de la comunidad educativa.
3.      Mostrar una actitud positiva hacia el trabajo y la superación de dificultades personales y académicas.
4.      Expresarse oralmente y por escrito con precisión y corrección.
5.      Conocer y aplicar las normas de ortografía.
6.      Comprender y producir con coherencia y cohesión textos orales y escritos.
7.      Identificar y emplear las distintas tipologías textuales, fundamentalmente la expositiva y argumentativa.
8.      Distinguir las unidades básicas de la lengua.
9.      Reconocer los mecanismos básicos de formación de palabras.
10.  Analizar morfosintácticamente oraciones simples y compuestas.
11.  Desarrollar el conocimiento sobre el significado de las palabras a través del uso del diccionario y la práctica de las definiciones.
12.  Interpretar textos literarios identificando el género al que pertenecen y reconociendo los períodos literarios en los que se encuadran (desde el siglo XIX hasta la actualidad).
13.  Aplicar los conocimientos literarios trabajados en clase en textos de producción propia.
14.  Leer de manera comprensiva las obras literarias de carácter obligatorio programadas para el curso.

Batalla sin armas


Suspira, cierra los ojos y calla
al llegar la tormenta abrasadora.
Tormenta que sin piedad mueve
y hace temblar su alma.

Tras ella la noche intranquila
la cual ni consuela ni calma
el collar de perlas
que en sus mejillas arrastra.

Aparece curiosa el alba
pasada la oscura negrura.
Y los últimos golpes resiste,
mas cansada ella se rinde.

Afronta dignamente su derrota
y así gana su ansiada victoria.
¡Y ahora, pequeña mía,
respira, sonríe y habla! 


            Eran exactamente las seis y media de la mañana. Todos los días me levantaba a las seis y media de la mañana, menos los viernes, sábados y domingos. A las siete en punto empezaba un nuevo capítulo de Doctor Who, y yo lo veía mientras desayunaba. La tostadora estaba rota y mis tostadas solían quemarse, pero no me importaba, porque aunque estuviesen quemadas seguían estando buenas. Y siempre les untaba mantequilla de oliva, de esa que tiene un color más verdoso que la normal y está más buena. Todas las mañanas me pregunto por qué a la gente le sigue gustando más la mantequilla antigua, tan áspera y tan... amarilla.

            Las horas de amanecer eran mis favoritas. Hay gente a la que irse a dormir no le asusta, porque consideran la cama un refugio ante todo lo que ocurre durante el día. Es como si el aire del resto del planeta fuese espeso, hecho de gelatina, y la cama fuese el único espacio donde se pudiese respirar con normalidad.
            Yo no formo parte de esa gente. Por la noche todo me preocupa, porque los problemas se esconden en la oscuridad y me acechan. Aprovechan que no puedo verlos con claridad, y juegan conmigo. Hacen que piense y piense sin parar en el detalle más absurdo. La noche puede torturarme si se le antoja, pero hace tiempo que sé como dominarla. Cuando me doy cuenta de que estoy meditando demasiado, me detengo a mí misma, dejo la mente en blanco y consigo dormir.

            Por eso, me gustaba ver como la punzante desnudez de la noche dejaba pasar a los primeros rayos tímidos de la mañana, como poco a poco el día empezaba a cobrar sentido. En aquellas horas todo empezaba a moverse, y daba la sensación de que la ciudad entera bostezaba al unísono antes de ceñirse a sus estrictas rutinas, una vez más.

            Justo a esa hora, mi compañero de piso, Benjamin, salía de la cama —o más bien se arrastraba fuera de ella— para ir a trabajar. Mi compañero era de las personas a las que el día les ahogaba, él amaba dormir. Nunca lo escuchaba salir de su dormitorio porque yo estaba pendiente de la televisión, pero siempre se hacía notar dejándose caer en el sofá, haciendo que los muelles emitiesen un crujido.
            Benjamin se hacía llamar Benny, aunque protestaba diciendo que era un apodo tonto de peluche o de mascota. Era evidente que su nombre le gustaba en secreto, o al menos que estaba demasiado acostumbrado a él como para pedir que le llamasen de otra manera.

            A Benny no le gustaba madrugar. Siempre se ponía de mal humor, y refunfuñaba, y decía más palabrotas de lo habitual. Él no era un hombre atractivo, pero había algo que le hacía agradable a la vista a pesar de ser pálido y lampiño. Su rostro estaba dibujado casi únicamente con líneas rectas; tanto su nariz como sus pómulos y su mandíbula eran totalmente angulares. Su boca, en cambio, era capaz de ser especialmente expresiva. Sus ojos eran grandes y saltones, color aceituna, y tenía el cabello oscuro y liso, pero recién levantado siempre estaba alborotado. Él intentaba dominar su propio pelo con movimientos torpes y somnolientos, y yo me reía. Parecía una ardilla mareada.

— Buenos días — le decía.

            Y pocas veces había una palabra como respuesta, normalmente se limitaba a gruñir.

            Pero a Benny le encantaba desayunar. Le encantaban todas las demás comidas del día, que en su caso eran unas quince. Benny comía mucho, muchísimo, y no engordaba. No estaba ni delgado ni gordo, sino que su apariencia externa permanecía heroicamente indiferente a lo que se metiese en el estómago. Su metabolismo era un verdadero misterio, y él no dudaba en aprovecharlo alimentándose de todo tipo de porquería.

            No obstante, todos descubrimos con ingrata sorpresa que una invulnerabilidad superficial no conllevaba necesariamente a una interior. Benny estuvo enfermo la primera semana de enero del 2006 por haber bebido una cantidad inhumana de soda durante la víspera de Año Nuevo. Me acuerdo después de tantos años porque fue horrible. Desde entonces, siempre que estuviese excediéndose le recordábamos lo que le pasó, pero no le importaba. Nunca jamás he conocido a una persona más terca.

            En ocasiones venía  a visitarme a la biblioteca, donde trabajo, y yo le enseñaba libros sobre dinosaurios. Le gustaban los dinosaurios. De hecho, es lo único de lo que podía leer sin quedarse dormido o sin que le entrase dolor de cabeza. Benny también montaba maquetas, tenía un montón de maquetas de robots. Y las pintaba. Y las trataba con cautela y suavidad, algo que era muy extraño en él.
            También solía quedarse hasta tarde delante del ordenador, y jugaba a juegos de rol. Todas las primaveras, cuando la alergia me atacaba y me costaba tanto respirar que no podía dormir, siempre me sentaba en el sofá con los ojos cerrados, y me dejaba mecer por el mecánico sonido de su personaje en el juego conjurando maldiciones y chillando. Un pequeño caos ficticio donde él se refugiaba, porque en el fondo, muy en el fondo, había algo con lo que no era feliz. Había algo en su personalidad simple y directa que se enredaba súbitamente, una espina clavada en su infranqueable muro de satisfacción.

            Benny era vago, ordinario, desordenado, un hombre pueril y desaliñado a punto de cumplir treinta años. Él era una persona natural y espontánea, quizá demasiado. Y se mostraba orgulloso ante su manera de actuar, pero, en realidad, no siempre lo estaba. En ocasiones olvidaba que los demás sí tienen miedo a hacer el ridículo, aunque él no lo tuviese. Estaba cansado de tener que fingir ser otra persona para recibir cariño, porque decía que nadie iba a quererle tal y como es.

            Y tenía razón, no creo que nadie le quisiese jamás tanto como yo le quise.

translúcida.

La luz me traspasa y me encuentro ausente, una imagen nítida para la vista, tan horrible de captar. Estoy, pero aveces me siento partícula de polvo, no soy visible ni parpable, además doy alergia.  

Llegó la chica invisible  a vuestras aulas,  la que tiene miedo a la sociedad, mi timidez toco fondo y se metamorfosea en miedo, miedo a la gente, mi voto de silencio no es en vano, siempre habrá más posibilidades de no meter la pata así. 

En qué me he convertido, soy simpática y alegre, aun que triste, mi alegría causa de querer hacer feliz a la gente cuando no puedo hacerlo conmigo misma, aunque, que más da (que de nexos) si la gente no lo sabe.

La gente cambia, y el agua no viene del grifo, algo me haría cambiar, llegó un momento en el que dejé de confiar, llego el día en el que mi vaso estaba medio vació, me llegó la voz tortuosa, ese día decidí que me gusta estar sola.

ella.


Cuando morimos, nuestro cuerpo se vuelve gélido y nuestra piel nívea, río de venas que ya no fluye, nuestra expresión ahora eterna y nuestra conciencia nula, quizás, lo más sorprendente de todo este misterioso proceso, sea que nuestra masa es 21 gramos menor.

¿A dónde fueron esos 21 gramos? 
¿Perdimos una oreja por el camino tal vez? 
¿O los gusanos empezaron a cenar pronto? ...

¿No sería maravilloso que  fuese la ausencia del alma?

Puede que al morir el alma escapara de su claustrofóbico molde, puede que ella pesara 21 gramos, ahora que nadie la necesitaba, ya nada le retenía.

-          ¿Eres tú 21 gramos de mi peso?

Se quedó callada y jamás contestó.

Nuestro cuerpo perdió su esencia, ella le abandonó y fue lejos, dicen que vaga en los confines del universo, observándolo todo, vigila el movimiento de los satélites, la danza lenta de los planetas..

Eres muerto y ella vida, vida que no se ve, pero que lo ve todo al mismo tiempo.
Puede que un día ella vuelva como un golpe al corazón, puede que regrese a su antiguo lugar destinado, te acaparará y tus ojos putrefactos reflejarán la luz,  hasta la materia más minúscula de tu recóndito cuerpo  se reincorporará a una danza lenta, queriendo imitar los planetas, cada vez más rápido , más , mucho más.

El universo paró y retrocedió,  la gente ya no anda hacia delante , sino hacia atrás ,naceremos de la muerte, y moriremos al engendrarnos.

21 
    gramos 
                 de vida 
                              que lo significan
                                                          todo
                                                                  y a la vez 
                                                                                 nada.

Cuándo muera, querida alma si puedes escucharme, no me gustaría verte de nuevo, solo quiero vivir una vez.

Oraciones subordinadas adjetivas

■ Función.- Son aquellas que desempeñan en la oración compuesta el papel de un adjetivo, es decir, el de modificador de un sustantivo, pero sin preposición.

Las oraciones adjetivas, salvo que estén sustantivadas, se encuentran dentro de un grupo nominal.
                        Adela es una chica que resulta encantadora
A veces las oraciones adjetivas pueden sustituirse por un adjetivo, pero no siempre.
                        El individuo que come mucho      El individuo comilón
                        El concierto que oímos ayer          (no se puede)

■ Nexos.- Van introducidas por un relativo que se refiere a un antecedente explícito. Pueden ser:
            · Un pronombre relativo: que, quien quienes, el cual, la cual
                        El señor a quien he saludado es mi profesor de lengua
                        El regalo, con el cual me sorprendiste, me gustó mucho.
            · Un adverbio relativo: donde, cuando, como.
                        La calle donde quedamos no está lejos
            · Un determinante relativo: cuyo, cuya, cuyos, cuyas.
                        El entrenador cuyo equipo ganó fue abucheado

Estos relativos, además de servir de nexo a la subordinada, cumplen una función dentro de su oración:
            · Para averiguar la función del pronombre relativo se sustituye éste por el sustantivo, pronombre o sintagma nominal que le precede: su función será la misma que la de aquellos.
            · Los adverbios relativos desempeñan en la subordinada la función de complemento circunstancial.
            · Los determinantes relativos desempeñan la función de actualizadores.

Clases de proposiciones adjetivas.

-         Adjetivas especificativas.- Complementan a un sustantivo delimitando o restringiendo su significado.
El cine que está en la plaza estrena mañana la última película de Almodóvar

-         Adjetivas explicativas.- Añaden una nota significativa meramente explicativa, sin delimitación alguna del contenido del sustantivo. En la lengua escrita aparecen separadas por comas.
El cine, que está en la plaza, estrena mañana la última película de Almodóvar

Sueños

Sueños. Conjunto de 6 letras que forman la palabra más hermosa que puedas escuchar. Una palabra dulce. Melodiosa. Pero, cierra un momento los ojos y piensa en su significado. Escúchala mentalmente. ¿Es ahora tan hermosa como se escucha?

Los sueños son intangibles. Irreales. Traicioneros… Se podría decir que no son más que un producto de nuestra imaginación. Una muestra de nuestros deseos más profundos. Un viaje que nuestra mente hace para llegar al rincón en el que guardamos las esperanzas.
Irónico ¿no? En el único momento en el que no te mueves es cuando haces todo aquello que nunca te atreviste a hacer. El mundo gira a nuestro alrededor mientas permanecemos parados. Moviéndonos sin que nuestros músculos trabajen.

Cuando nuestros ojos se cierran una luz azulada se posa sobre nuestras mejillas. Sobre nuestros parpados. Nuestras manos. Nuestros labios. Una luz azulada se posa sobre nosotros, hechizándonos, haciendo inconfundibles los sueños. Haciendo que nuestro mundo deje de ser mundo. Convirtiendo un paisaje agreste, en un bello prado lleno de flores. Convirtiendo el más seco desierto, en un lago de aguas cristalinas. Colocando sobre el blanco techo un manto de estrellas. Tornando lo alto en bajo. Haciéndolo todo más cortó. Eliminando las distancias. Los márgenes. Los estereotipos. Borrando las formas. Suprimiendo nuestros miedos.

La luz de la luna nos vuelve valientes. Nos embruja. Nos conduce hacia el sitio más hermoso. Hacia el sitio deseado. Con la compañía esperada. En una situación mil veces imaginada, pero nunca real. Aunque en ese momento si lo es, real en nuestra mente. Existente en nuestros sueños. En los que, como siempre, el amor juega un papel importante.
Pues todos hemos soñado estar con la persona por la que nuestras piernas tiemblan. Con estar con la persona por la que nuestro corazón se acelera. Con la única capaz de hacer que mil escalofríos recorran nuestra espalda, con solo una caricia. Todos hemos soñado estar frente a esa persona. Todos hemos soñado que en el preciso momento en el que nos mira no cerramos los ojos.
En sueños no somos cobardes. No huimos. No esperamos. No nos alejamos de aquello que queremos.
Pero al despertar, al abrir los ojos, la realidad nos inunda. Volviendo a nosotros la claridad. Y tras un duro día tienes delante sus ojos. Hermosos y sinceros. Los mismos ojos que hace solo una hora nos miraban embelesados. Los mismos que hace unas horas nos gritaban que nos amaban. En sueños. Solo en sueños. Frente a nosotros sus manos. De tacto delicado, al tiempo que fuertes y protectoras. Las mismas manos que hace solo unas horas nos acariciaban. Deslizando la yema de sus dedos sobre nuestra piel. Haciendo que mil mariposas se agolpasen en nuestro estómago. Ahora las sentimos. Pero no nos acaricia. Ahora la miramos. Disimuladamente. Cobardes. Tanto como valiente fuimos en sueños.

Sueños, sarta de engañifas. Sueños volátiles y pasajeros. Porque, ¿alguien recuerda un sueño tras un largo día de adversidades? No. Nuestra mente se encarga de olvidarlos para que con ellos no podamos comparar la realidad.
Mas, con nosotros queda la esencia. Con nosotros pervive un rayo de esa luz azulada que por la noche custodia nuestros sueños. Luz de luna. La misma luna que si despiertos nos acoge, al creernos dormidos, convierte a la realidad nuestros deseos y esperanzas.

Oraciones subordinadas sustantivas para analizar

Dijo que volvería pronto.
El que te enfades no va a cambiar las cosas.
La policía no permitía que se aparcara a la puerta de la iglesia.
Le rogó que fuese a Cádiz.
Tengo ganas de que vengas.
El que llegó tarde bailaba muy bien.
Lourdes afirmó que vendría.
La asociación otorgó el premio a quien sabemos.
Fue acusado por quienes menos pensábamos.
He perdido la esperanza de que vuelva.
Estábamos seguros de que aprobaría.
Dígame si han quedado satisfechos.
Pablo descubrió que algunos alumnos de la E.S.O salían en los recreos.
Conviene que vayas temprano.
Ayer me acordé de que hoy es tu cumpleaños.
Me preocupa si se extenderá la epidemia.
Le preguntaron si continuaba enfermo.
No ponía inconvenientes a que la acompañase a casa.
Sergio comprobó que la herida se le infectaba y que comenzaba a sentir fiebre.
Mañana te contaré lo que vimos el domingo.
Estaba harta de que le diesen codazos en el autobús.
Llamó la atención que gritaras así.
No digas: “De aquí no pasaré”.
Los niños hablaban de lo que habían oído.
Es una pena que sea tan pobre.
Avisaron del peligro a los que estaban en la calle.
No sabemos si has recibido los documentos.
Le molestó que pudiera conocer sus intenciones.
El asunto fue propuesto por los que presidían la mesa.
Lo que cuesta poco, no se agradece.
Me inquieta que salgas muy tarde.
Estaba seguro de que eran ellos.
Lo que no se empieza, no se acaba.
No pasa seguro quien corre por el muro.
Manoli no recordaba que habíamos desayunado juntos aquel día.
Dime dónde has estado.
Tuve la sensación de que aquello era una tontería.
Dile a Pedro que venga pronto.
La conferencia ha tratado de lo que hablábamos ayer.
No les importaba que los vieran.
Me extraña que sigáis atendiendo aún.
No sabrá contestar las preguntas del cuestionario.
Es cierto que perdéis mucho tiempo con tanta carrera.
Te agradezco que sigas arriesgándote por mí.
Rafa estuvo cerca de que lo moliesen a palos.
Me alegro de que Juan siga con Laura.
Se le ocurrió que podría copiar en un examen de Lengua.
Miguel me contó que amaba a Maria Luisa en secreto y no era correspondido por ella.
Respondió que no le molestáramos.
No sabrá dónde contestar las preguntas del cuestionario.
Afrontar la realidad es tu obligación.
Expuso cuáles eran sus planes.
No admitieron a quienes llegaron tarde a las pruebas.
Mi mirada la convenció de que yo lo sabía todo.
Desconocemos quién está detrás de este asunto.
Te emocionaba mucho que te regalaran algo.
Fue increíble que no se cayera.
Quien habla por teléfono ahora contigo no es quien habló ayer.
Jesús dedica todo su esfuerzo a que su negocio prospere.
No sabrá si contestar las preguntas del cuestionario.
Me llamó la atención el que sintiera vergüenza ante mí.
Entregaremos un trofeo a los que terminen primero.